BINOMIO NÓMADA son Sandra García y María Ampudia. Juntas han creado este proyecto que combina pasiones hermanas como son la música y la poesía, tratando de crear un espectáculo inclusivo y diferente con el uso del lenguaje bimodal (LSE). Sus letras tienen un toque social, pero sin dejar de hablar de otros temas universales como son el amor o la búsqueda de uno mismo. Desde el año 2017 viajan llevando sus versos y canciones a donde les lleve el viento.

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Han sido semifinalistas del festival FONORAMA 2022; seleccionadas para la XX y la XXIII Muestras Internacionales de Teatro y Artes de Calle “Ciudad de Palencia”; finalistas del Certamen Jóvenes Creadores edición XXVIII de Madrid y finalistas del concurso Desafía Unplugged organizado por Alevosía en Madrid, entre otros.

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María Ampudia, maestra palentina aficionada a todo lo que sea crear algo a lo que considerar arte, devoró los libros obligatorios del colegio y algún dragón más. Empezó pronto a escribir cuentos para sus amigos y así compartir el mundo locura de su mente. Participa en concursos, antologías, revistas, blogs... Gracias a los micros abiertos, los encuentros y las charlas con otros poetas, fue picándole el gusanillo de sacar un libro y “Drago” llegó a sus manos al poco de volver de un Erasmus en Noruega. 2020 le regaló “Por todas mis compañeras” para acompañarlo en la estantería y seguir arropándose en las palabras como salvavidas. Además, también se encarga de interpretar las canciones en lengua de signos española (nivel A1).

En cuanto a Sandra García, vallisoletana y adicta a todo lo que tiene que ver con la música (musicóloga, musicoterapeuta y profesora de música), lleva componiendo canciones desde los 15 años, y, desde entonces, no ha dejado de tocar en diferentes grupos, contando sus historias en forma de canciones. Ha sido ganadora del Certamen Arte Joven: Jóvenes artistas en Castilla y León 2014; finalista del concurso “Tu sí que tienes talento” 2013 del Faro Club en Salamanca, y obtuvo el segundo puesto en la categoría de solistas del Fonorama 2015 de la escuela Aceimar de Valladolid. 

Una amplia experiencia por separado, y cada vez más lugares y escenarios como este carismático binomio, les lleva a seguir creando en un continuo proceso de aprendizaje e innovación. Les encanta lo que hacen, pero sobre todo admiran la conexión que se crea con el público en cada escenario. ¿Te sumas a esta aventura nómada?